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Patricio Morales Lizana

Sobre el brindis en copa de palo de los Gusanos Rojos

Sobre el brindis en copa de palo de los Gusanos Rojos

                              A Máximo, y a todos los otros Gigantes...  

He visto fantasmas borrachos que lucen muy tristes y caminan bajo la lluvia en un domingo eterno criticando la vida de pobre y hablando de economía. He visto perros hacerse el amor y esposos golpeando a esposas bajo un sol radiante. He visto ratas acurrucando a Cristo bajo el puente, alimentándolo, amamantándolo con la esperanza de días mejores. He visto la lágrima consolando a la pena mientras brama, leyes despedazando palomares flotantes en mares de espinas. También he visto cabezas palvas de mal aliento que se arrastran como gusanos y viejas sillas podridas, quebradas y olvidadas entre rojos espinos que ya no pinchan.  

          En la periferia del centro encuentro vestigios de culturas pasadas; esqueletos de  mariposas, trozos de corazón, carruseles empolvados, algunas rodajas oxidadas de amor, algunos libros, cuarenta y dos pinturas, un cortauñas, algunos alfileres y lápices secos. Vestigios de un lejano bello tiempo glorioso,  verde como el verde, florido como campo en el recuerdo de los aquellos Grandes e Inolvidables que no necesitaron sentarse en una silla de aire para sentirse en el sol... sí, porque aquellos de los que hablo bailaron el vals con la muerte, la emborracharon, la desnudaron, la pintaron y escribieron un poema sobre su larga cabellara. Aquellos Gigantes quebraron la silla e incendiaron el sol.  

        En suma, las aguas negras facilitan la identificación progresiva de los acontecimientos y el obituario toma en sus brazos la ciudad de duros huesos y ploma sangre que cae a gotas.

 

1 comentario

max -

los gusanos rojos, seran siempre gusanos, el vejete sera siempre vejete, y el hediondo sera siempre hediondo...son necesarios, para saber reconocer a los hombres rectos, a los humildes de corazón y a los verdaderos artistas que caminan a la luz.